Estados Unidos señala al ejercito de Nicaragua de organizar la represión y los paramilitares


El Departamento de Estado de EE.UU. señaló al Ejército de Nicaragua por las detenciones arbitrarias contra opositores al régimen de Daniel Ortega en su informe anual sobre derechos humanos, en el que expresó su preocupación por las torturas y ejecuciones extrajudiciales que supuestamente se perpetraron en el país.

El informe señala que la institución castrense violó los derechos humanos de opositores, en referencia al caso de Hader González y Cristian Meneses, quienes fueron detenidos el 15 de agosto de 2020 en la frontera sur, ambos no recibieron asesoría legal y sus familias no fueron informadas de su paradero hasta el 20 de agosto.

“Cuando el ejército los presentó públicamente, vinculando su captura con un asesinato a principios de año. El ejército se refirió públicamente a González y Meneses como delincuentes, aunque la policía no confirmó formalmente su arresto hasta el 21 de agosto”, señala.

A pesar de que la Constitución Política tutela los derechos de los acusados ​​hasta que se pruebe su culpabilidad, el Departamento de Estado señala que los juicios contra los manifestantes se retrasaron indebidamente y no se ajustaron al debido proceso “a los acusados ​​no se les permitió nombrar a sus abogados y el tribunal nombró un defensor público, lo que los familiares de los acusados ​​y las organizaciones de derechos humanos afirmaron que perjudicaba el caso del acusado”

El informe destaca como están constituidas las fuerzas de seguridad que informan a diario al dictador Daniel Ortega.

En el documento EE.UU. señala que prácticas de tortura contra presos políticos, entre ellos Kevin Solís y Justo Rodríguez “funcionarios públicos llevaron a cabo intencionalmente actos que resultaron en un sufrimiento físico o mental severo”.

En el caso de Solís fue detenido el 6 de febrero 2020 luego de haber participado en una protesta en la Universidad Centroamericana. En el Sistema Penitenciario La Modelo, Solís fue amenazado de muerte por custodios.

“Los funcionarios de la prisión lo golpeaban de manera rutinaria mientras estaba bajo custodia en la prisión La Modelo y lo rociaban con cubos de agua durante la noche para privarlo del sueño. En noviembre, Solís había permanecido en régimen de aislamiento durante al menos cinco meses sin acceso a la luz solar. Los guardias de la prisión lo amenazaron con ejecutarlo y le apuntaron con armas en la cabeza”, indica.