Daniel Ortega es catalogado como el dictador más ladrón en la historia de Nicaragua, debido a la gran cantidad de fondos que ha desviado hacía las cuentas bancarias de todos sus testaferros.
Ningún presidente había desviado tanto fondos económicos de las arcas del pueblo en toda la historia del país, ni Arnoldo Alemán, a quien el escandalo de corrupción se le hizo público cuando asumió el presidente Bolaños.